Oficios artísticos y decoraciones relojeras Breguet
Si bien en el corazón de la artesanía de la Casa late el arte de la relojería, hay más de treinta oficios artísticos y decoraciones relojeras que contribuyen a la ornamentación de los relojes. Los componentes trabajados son a menudo visibles a través de un fondo cristalino, pero Breguet, relojero de prestigio, aplica el mismo acabado a los elementos que no son visibles, lo que contribuye a dar vida a unas creaciones relojeras excepcionales.
Oficios artísticos
A.-L. Breguet fue un genio de la relojería, así como un precursor en el ámbito del diseño. Sus invenciones tenían como objetivo hacer más legible la información de la esfera, lo que le llevó a introducir una técnica que se utilizaba desde el siglo XVI para ennoblecer los objetos de lujo: el guilloché. Breguet lo aplicaba en sus esferas para contrarrestar el efecto de los rayos de luz sobre las superficies lisas y mejorar así la legibilidad. Emblema de la Alta Relojería, esta ornamentación hoy en día la realizan a mano los artesanos de la Casa en esferas, rotores, platinas y fondos de caja. Estos componentes se fabrican con metales nobles como el oro, el platino o el nácar.
El grabado es una de las formas de arte ornamental por excelencia. Utilizando una serie de herramientas a las que pacientemente ha dado forma y adaptado a su mano, el grabador artesano esculpe los materiales más nobles a mano alzada. Moldea las superficies y crea relieves con precisión, cuidado y paciencia, consciente de que el más mínimo movimiento en falso puede echar por tierra varios días de trabajo. Las decoraciones resultantes confieren a los relojes Breguet un refinamiento sin igual y una identidad única.
Más allá de ser una simple decoración de la esfera, se trata de un oficio altamente especializado que exige rigor, paciencia y maestría técnica. El proceso comienza con el triturado y la moltura del esmalte hasta la obtención de un polvo fino. A continuación, una vez calibrado y purificado, se aplica en capas con un pincel sobre el objeto que se desea decorar, grano a grano, y en etapas sucesivas en función de los colores deseados (translúcidos u opacos). El artesano debe prever las posibles deformaciones y adaptar su técnica a la geometría de las piezas que va a decorar, sin olvidar que durante la cocción a alta temperatura pueden producirse variaciones en los colores, derivadas de la modificación de ciertos óxidos. Por tanto, cada cocción requiere que se le dedique una atención particularmente especial. El trabajo finaliza con la aplicación del acabado para que se corresponda con el resultado previamente determinado y cumpla con los criterios de calidad de la Casa Breguet.
Este arte decorativo consiste en añadir piedras preciosas a determinadas partes de un reloj. Se fijan mediante unas finas y discretas garras metálicas talladas directamente en el propio material. En Breguet se utilizan varias técnicas de engaste, como el engaste nieve, cuyo objetivo es minimizar la superficie visible que alberga las piedras, o el engaste invisible para los diamantes talla baguette.
Este antiguo arte de grabado en bajorrelieve cuenta con más de 4000 años de antigüedad y es uno de los oficios artesanales más destacables. Consiste en elaborar un bajorrelieve con conchas mediante capas de color contrastadas. Con un buril que él mismo ha elaborado, el artesano trabaja las capas internas de las conchas hasta obtener un grosor de apenas unos milímetros, creando una escultura de una finura excepcional. Los maestros grabadores únicamente trabajan las conchas más nobles con los matices de color más refinados.
Decoraciones relojeras
Entre las técnicas de acabado basadas en unos conocimientos transmitidos de generación en generación, el biselado se caracteriza por su complejidad. Destinado a dar forma y pulir los ángulos generalmente a 45°, el biselado —también conocido como achaflanado—, cumple una doble función: práctica, ya que elimina las posibles rebabas y huellas de mecanizado que podrían perjudicar el funcionamiento y la fiabilidad del movimiento, y sobre todo estética, gracias al sutil juego de reflejos entre las caras satinadas y los ángulos pulidos. Cada superficie se repasa a mano, se esmerila y a continuación se frota con diversas herramientas y materiales abrasivos hasta conseguir las superficies más finas.
Este motivo se reproduce generalmente en la cubierta del barrilete y en los bordes de los puentes. La decoración consiste en una forma de espiral que parte del centro de la pieza. Para ello se utiliza un cepillo circular de lustre, que traza suavemente el contorno de la espiral sobre la superficie plana.
La técnica del perlado consiste en decorar las superficies planas de las platinas y los puentes con ornamentos consistentes en pequeños bucles o círculos. Si bien estos motivos aportan cualidades estéticas a la pieza, ya que la distribución de los bucles responde a una intención artística, también son funcionales, ya que ayudan a prevenir la oxidación y a eliminar las huellas del mecanizado.
El objetivo de este oficio es realzar las piezas metálicas mecanizadas eliminando posibles asperezas y rebabas, confiriéndoles un acabado liso y brillante. En concreto, se pulen las partes a la vista y expuestas a la fricción. A lo largo de la creación de un reloj Breguet se aplican diversas técnicas para obtener superficies con unos acabados que van desde un pulido plano hasta las más finas vetas o unas deslumbrantes curvas redondeadas.
Esta técnica consiste en unas líneas o bandas dispuestas sobre una superficie plana y separadas por zonas delicadamente cepilladas. Estas líneas de notable belleza son un acabado ornamental que suele reservarse para los puentes.
Este proceso de tratamiento de superficies consiste en propulsar microperlas sobre una superficie seleccionada. El resultado es un acabado mate que Breguet aprecia especialmente para las platinas y los puentes de sus modelos Tradition.
Similar en algunos aspectos al acaracolado, ya que se ejecuta sobre una superficie plana y utilizando un pincel circular, el efecto "rayos de sol", sin embargo, no produce un diseño en espiral, sino un patrón de líneas rectas radiales que parten del centro.
Este oficio se utiliza especialmente para decorar las piezas del movimiento. Cuando se emplea para dar lustre a los flancos (parte vertical) de un puente o una platina, generalmente se utiliza un torno o una lima. Sin embargo, cuando el objetivo es crear un acabado satinado a la parte superior de un puente o volante, generalmente se usa papel de lija, una lima o una piedra.
Con ayuda de una herramienta que golpea la superficie de la pieza, se obtiene un acabado mate con efecto graneado o martilleado. Una de las ventajas que ofrece este proceso es que aumenta la dureza del elemento que se trabaja.