Durante más de dos siglos y medio, hemos encarnado un espíritu creativo, donde la humildad se une a la audacia en el arte de la relojería. 

Esto no es solo una celebración, sino el eco de una búsqueda inquebrantable: la invención, la maestría y la transmisión de un saber hacer excepcional.

250 años refinando cada creación, empujando los límites de lo posible y fusionando tradición e innovación. Este viaje no tiene fin ni pausa. Se despliega sin descanso, impulsado por un compromiso inquebrantable con la excelencia y una visión firmemente orientada hacia el futuro.

Nuestro legado no está congelado en el tiempo. Es una fuerza viva, un impulso. No está hecho para ser admirado desde la distancia, sino para inspirar. Para impulsarnos hacia adelante, para redefinir la relojería una y otra vez...