Introducción del regulador de sonería magnética
Breguet dota al Classique La Musicale de un regulador con mecanismo de sonería magnética. Este sistema patentado garantiza un ritmo constante y regular.
ROTACIÓN SILENCIOSA CONSTANTE
El mecanismo, como todas las sonerías mecánicas, está accionado por un barrilete de resorte. Si este barrilete se conectara sin más a una sonería, la pérdida de fuerza del resorte tendría el efecto de ralentizar el tempo de la ejecución musical a medida que el barrilete se descarga. El método común para combatir este fenómeno consiste en construir un regulador que se inserta en el rodaje que impulsa la sonería. No obstante, un regulador construido con elementos giratorios emite un ruido que interferiría con la melodía de la sonería. Para solucionar este inconveniente, Breguet inventó un regulador silencioso, para lo cual empleó una tecnología jamás usada antes en la elaboración de relojes mecánicos: los imanes.
Los brazos giratorios del regulador son metálicos, y están rodeados de imanes estáticos ubicados en la circunferencia externa del regulador. A medida que los brazos metálicos giran en este entorno magnético, producen un campo eléctrico que, conforme se hace más potente, encuentra la resistencia del campo magnético de los imanes. Cuanto más rápida sea la rotación, mayor será la resistencia, y en consecuencia, cuanto mas lenta sea la rotación, menor será la resistencia. Se obtiene así un dispositivo que produce una rotación constante, puesto que la aceleración y la deceleración se consiguen mediante la alteración de la resistencia a la rotación opuesta a la resistencia al cambio.
En otras palabras, la fuerza centrífuga desplaza hacia fuera los discos de plata del regulador y más directamente bajo los imanes, con lo que tiende a ralentizar la rotación. A una velocidad inferior, los resortes tiran de los discos hacia dentro, incrementando la velocidad.
MAGNETISMO CONFINADO
Este nuevo sistema no solo es silencioso, sino que evita un problema asociado con los diseños de regulador tradicionales. El método ordinario para lograr la regulación con una sonería mecánica se basa en la fricción: los brazos giratorios del interior de un cilindro ejercen presión sobre las paredes del cilindro para regular la velocidad de giro. El contacto entre dos componentes con esta construcción tradicional no solo produce un zumbido sino también desgaste, que además se acrecienta a medida que la lubricación empeora. Al evitar el mencionado contacto entre los componentes giratorios y la pared interior, Breguet logró eliminar tanto el ruido como el desgaste.
Breguet insertó el regulador en una caja de hierro que confinaba en su interior los campos magnéticos del regulador con el fin de proteger los demás componentes del movimiento. Otras dos decisiones de diseño garantizaban que los imanes del regulador no afectarían al funcionamiento del reloj. En primer lugar, el escape y la espiral son de silicio, un material no magnético. En segundo lugar, la arquitectura del movimiento evolucionó de forma que el regulador quedaba lejos de la espiral y el escape del reloj.
Integrar en un reloj de pulsera una caja de música, además del regulador, garantizando la constancia del tempo, ya fue en sí mismo todo un reto. Sin embargo, los relojeros de la compañía, no solo preocupados por solucionar las dificultades del sistema clásico de regulador de la sonería basado en la fricción sino también por mejorar su rendimiento, lograron la hazaña de crear un sistema innovador equipado con imanes y que operaba según los principios de las corrientes remolino o de Foucalut. Este regulador magnético logra eliminar los problemas del desgaste, el ruido y el consumo energético, y además con una mayor precisión.
En 2010, Breguet presentó el primer regulador magnético de sonería del mundo en su modelo 7800 “La Musicale”. La marca demuestra así que, en vez de intentar contrarrestar los efectos del magnetismo, es posible emplear dichos efectos para mejorar el funcionamiento de los movimientos relojeros.