Introducción de la alta frecuencia (10 Hz)
Esta frecuencia ofrece una precisión y un poder de ajuste excepcionales. Esta proeza técnica es posible gracias al uso de silicio, que aligera los componentes móviles del sistema de escape y evita los problemas de lubricación asociados a las altas frecuencias.
INCREMENTO DE LA FRECUENCIA
En los doscientos años de evolución del escape de áncora suizo, presente en el corazón de todos los relojes suizos de alta gama, las frecuencias de funcionamiento no se han incrementado o lo han hecho de forma muy gradual. Durante la segunda mitad del siglo pasado, el régimen normal era de entre 18.000 y 28.800 oscilaciones por hora, con un número muy pequeño de relojes funcionando a 36.000 oscilaciones por hora. La frecuencia del reloj se ha incrementado de forma muy lenta. Un reciente avance de 7.000 oscilaciones por hora se ha considerado toda una revolución. Imagínese lo que se diría de un incremento que doblara con creces la frecuencia estándar para llegar a las 72.000 oscilaciones por hora (10 Hz).
En 2010 Breguet presentó el Type XXII, dotado de una frecuencia de 10 Hz. Se trata de una reinterpretación del legendario Type XX, que sobre todo suponía una revolución en materia de alta precisión. Este cronógrafo mecánico, con volante, áncora y rueda de escape de silicio y un movimiento de 10 hercios capaz de medir medias décimas de segundo, fue el primero fabricado en serie, fruto de las investigaciones de Breguet en el campo de las altas frecuencias, orientadas a lograr una medición del tiempo más precisa y estable.
Este aumento en la frecuencia del oscilador logró también una mejora tangible en el funcionamiento del cronógrafo. La forma en que el segundero se mueve se ha modificado visiblemente: ahora realiza una vuelta completa en 30 segundos. De esta manera, tanto el desenganche como la lectura del cronógrafo se llevan a cabo con el doble de precisión.