Los cronógrafos de a bordo producidos durante el período de entreguerras atestiguan la gran diversificación de las actividades de la Manufactura relojera. Gran amigo de la Casa, el brillante fabricante Ettore Bugatti le hizo un pedido a principios de los años 1930. Quería equipar sus lujosos automóviles “Royale” con un cronógrafo con función de tacómetro destinado a ser colocado en el centro del volante. . La Manufactura responde a esta demanda ofreciendo piezas que integran todo el saber hacer adquirido desde su fundación en 1775.

El cronógrafo de a bordo nº 2023 vendido a Bugatti en 1932 forma parte de una serie de nueve relojes para automóviles que Breguet diseñó especialmente para la marca. Su caja de metal cromado de 67 mm de diámetro alberga una complicación cuidadosamente elegida para el sector del automóvil: una escala taquimétrica. Su esfera color crema, que lleva las palabras “Especial para Bugatti”, está equipada con las famosas agujas Breguet de acero azulado diseñadas en 1783. El cronógrafo nº 2023 también tiene un totalizador de minutos situado en una ventanilla situada a las 6 horas. Contiene un movimiento mecánico con una reserva de marcha de ocho días que se da cuerda mediante una corona situada a las 6 horas.