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1783

Encargo del reloj N° 160, conocido como "Marie-Antoinette"

Un guardia de la reina encarga un reloj que incorpore todas las complicaciones y refinamientos conocidos de la época.

El 16 de octubre de 1793, la reina María Antonieta fue conducida a la guillotina apenas unos meses después que su marido, el rey Luis XVI.

En sus días, la reina fue una de las más fervientes admiradoras de las creaciones de A.-L. Breguet. En la corte francesa de los años 1780, el relojero no podía desear una mejor admiradora. Además de poseer varios diseños del maestro relojero, María Antonieta lo recomendaba con mucho entusiasmo a todo el reino, así como a los miembros más excelsos de la corte. Gracias a ella, no pocas figuras destacadas, incluyendo a emperadores y enviados diplomáticos entre los que figuraban Axel de Fersen, pronto se vieron seducidas por las obras de Breguet, consolidando su reputación en Europa y más allá de sus fronteras. La reina fue una clienta regular del taller del Quai de l’Horloge, situado en pleno corazón de París, hasta su trágica muerte e incluso llegó a solicitar “un simple reloj Breguet” cuando estaba en su celda de la cárcel Temple en septiembre de 1792. Años después, esa pieza adquirió el aura de una preciosa reliquia y halló un lugar en la prestigiosa colección de Sir David Salomons junto con la obra maestra de Breguet, el aclamado reloj Nº 160, conocido como “Marie-Antoinette”, que la reina jamás vio finalizado. Encargado en 1783 por un oficial de la guardia real cuyo nombre permanece desconocido hasta hoy, el reloj debía incorporar todo el refinamiento, las complicaciones y funciones conocidas en aquella época. El plazo y el coste eran aparentemente ilimitados. A.-L. Breguet terminó el reloj muchos años después de la Revolución Francesa y lo guardó en un lugar seguro, como testimonio de su lealtad para con la reina.

marie-antoinette Breguet

Reloj de bolsillo Marie-Antoinette

breguet 1160

Tanto su complejidad como su fabulosa historia han obsesionado al imaginario colectivo y a los coleccionistas durante casi dos siglos. Robado en 1983 en un museo de Jerusalén, el modelo “Marie-Antoinette” que lleva el número Breguet 160 salió nuevamente a la luz en 2007, mientras que en el Salón de Basilea 2008, Montres Breguet reveló el nuevo “Marie-Antoinette” número 1160, construido en base a las investigaciones de archivos y dibujos originales.