Dos estéticas con una marcada personalidad
Breguet pone en el punto de mira dos nuevos relojes que presentan dos estilos distintos pero con una cosa en común: la aguja que indica los minutos adopta diferentes formas en su recorrido por la esfera.
Es exactamente lo que se necesita para dar un toque diferente a esta emblemática colección.
La colección Reine de Naples, un ejemplo emblemático de la relojería femenina, se inspira en el primer reloj de pulsera de la historia, que se le entregó en 1812 a la hermana de Napoleón, la elegante reina de Nápoles, Caroline Murat. Originalmente en forma oblonga, ahora tiene forma ovalada cuyas curvas lo hacen reconocible al instante. Cada modelo de la colección contemporánea es una oda a la feminidad, ya sea con engastado de piedras preciosas, grabado o lacado. Esta nueva interpretación de Breguet no es una excepción a la regla, ya que estos dos nuevos relojes se distinguen por su originalidad inherente.
REINE DE NAPLES
9835 y 9838
9835BB/5Y/964 DD0D
9838BB/B8/364 S00S
El recorrido de la aguja de un reloj
La aguja flexible que indica los minutos, que adorna la esfera de estos dos nuevos modelos, es a la vez admirable e intrigante. La magia de su mecanismo ingenioso le permite cambiar de forma según su posición en la esfera oblonga.
Este mecanismo original, protegido por varias patentes, fue idea de Breguet. La aguja de longitud variable que indica los minutos cuenta con dos brazos unidos en un extremo pero independientes entre sí. Estos brazos cambian de forma gracias al ingenioso conjunto de engranajes. De este modo, la aguja juega con la esfera al aparecer de diferentes formas, más alargada a las 12 y más redondeada a las 6. Detrás del dispositivo que permite este juego visual hay una leva ovalada que evoca las características curvas de la colección Reine de Naples. A medida que pasan los minutos, cada brazo funciona a una velocidad diferente. Las dimensiones de la aguja se adaptan constantemente al ritmo de su recorrido por la esfera, siguiendo así perfectamente la forma del reloj.
Elegancia misteriosa
Su caja de oro blanco contrasta elegantemente con su esfera de nácar azul oscuro, cuyos sutiles matices varían según el juego de la luz sobre ella. El realce, bisel y asas están engastados con 161 diamantes. La corona alberga un diamante talla briolette, mientras que su hebilla desplegable está engastada con 28 diamantes. La hora se indica ingeniosamente mediante una apertura en el centro de la esfera. Los números de los minutos plateados, con una tipografía que evoca los diseños dibujados a mano, están sutilmente desplazados. Este modelo está disponible con una correa de piel de aligátor a juego con el color de la esfera de este reloj en edición limitada de 20 unidades.
Jugando con las dimensiones
Su esfera lacada en blanco contrasta sorprendentemente con su correa de piel de aligátor azul oscuro. Su caja de oro blanco presenta un bisel, un realce y una corona engastados con zafiros azules. Los diferentes elementos de la esfera de este reloj parecen bailar, sobre todo los números arábigos desplazados que parecen alargarse y acortarse sucesivamente, como ocurre con el recorrido de la aguja que indica los minutos.
Dos relojes, un movimiento
En el corazón de su caja ovalada de 36,5 x 28,45 mm, 252 componentes impulsan el movimiento automático 78A0 con una frecuencia de oscilación de 3,5 Hz. Este movimiento está equipado con una espiral y un escape de áncora suizo en línea, ambos hechos de silicio, un material con múltiples propiedades. Es resistente a la corrosión, al desgaste y a la influencia de los campos magnéticos, además de mejorar la precisión del reloj. Los trenes de engranajes de esta complicación, igual que todos los componentes del calibre visibles o invisibles, están cuidadosamente acabados a mano, de acuerdo con la tradición de Breguet. El fondo de zafiro de la caja de oro blanco revela el movimiento automático con masa oscilante de platino, así como el motivo Côtes de Genève y el biselado. El borde de oro está grabado con su propio número de reloj registrado en los archivos Breguet, conservados con exactitud desde finales del siglo XVIII.
